En provincia de Huaura, el fujimorato desapareció al periodista huachano Pedro Yauri, torturó y asesino a integrantes de las familias Rodríguez Paucar y Ventocilla.
Gustavo Gorriti, secuestrado en los sótanos del SIN durante la dictadura de Fujimori, nos recuerda junto a otros personajes de la política lo que vivieron durante esos años.
Gustavo Gorriti
Personalidades políticas que conocieron de cerca los rigores del régimen autoritario de Alberto Fujimori recordaron el autogolpe del 5 de abril de 1992, como un suceso nefasto que destruyó la democracia.
El 5 de abril, hace 20 años, Alberto Fujimori interrumpió todas las señales televisivas para anunciar la disolución del Congreso de la República, la destitución de los magistrados del Poder Judicial y del Tribunal de Garantías Constitucionales, y la intervención del Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura.
Comenzó una dictadura que duraría 8 años, la que dejó al país con instituciones públicas debilitadas, una política económica orientada a grupos pequeños y un país sometido a las violaciones de los derechos humanos y la corrupción, que avasalló La Libertad de prensa con el soborno a los dueños de la gran mayoría de los medios.
“El autogolpe fue negativo en todo sentido. Fue un asesinato a la democracia. Una estafa masiva a todos los peruanos durante todos esos años. La intoxicación que dejó en el sistema peruano es algo que ha quedado presente, especialmente en la forma de perpetrar corrupción”, recuerda el periodista Gustavo Gorriti, secuestrado durante la dictadura en los sótanos del Servicio de Inteligencia.
Periodista Pedro Yauri, hasta hora no se sabe
nada de sus restos ¡Dictadura nunca más!
“Significaron muchos años de una autocracia que orientó la economía en función a grupos muy pequeños, violó derechos humanos, obligó a los grandes grupos sociales a vivir reprimidos en sus derechos fundamentales durante ocho años. Hubo ruptura de la institucionalidad democrática para posibilitar la lógica caudillista que hoy caracteriza la política peruana”, dijo el excongresista Henry Pease.
CORRUPCIÓN GENERALIZADA
Por su parte el parlamentario Javier Diez Canseco coincidió en calificar de “clientelaje político” la forma en que han seguido haciendo política los gobiernos que siguieron al de Fujimori.
“Fue un régimen que nos ha dejado una política económica donde hay una fuerte concentración de la riqueza, en segundo lugar una corrupción generalizada que ha envenenado los valores y principios del país, en tercer lugar un régimen político basado en el caudillismo, en el clientelaje político”, sostuvo.
Para el director de la Asociación Pro derechos humanos, Francisco Soberón, la dictadura significó “la irrupción del orden democrático y la instalación de un régimen militar, el de Fujimori, Hermoza Ríos y Montesinos. También el inicio de una década de destrucción del estado de Derecho y las instituciones democráticas de nuestro país, el copamiento de las instituciones con métodos mafiosos y corruptos”.
“Indudablemente todavía existe en el común de peruanos un recuerdo favorable de los que significó este régimen. Hay cosas que no se han podido superar, todavía hay debilidades en el estado peruano”, agregó Soberón.
Marita Samanez/LA PRIMERA
Redacción
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