Traficantes e invasores de tierras del valle de Supe atentan contra la intangibilidad de la zona arqueológica de Caral, en la provincia de Barranca, al norte de Lima, advirtió hoy el Ministerio de Cultura.
La institución hizo extensiva la preocupación de su Unidad Ejecutora 003, Proyecto Caral, que denunció que estas personas difunden entre los pobladores que sus tierras serán arrebatadas por el Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe (PEACS) para generar protestas colectivas.
Estas actitudes negativas se dieron en respuesta a las acciones de protección del patrimonio arqueológico del valle de Supe que realiza el Proyecto Caral, y que ha frustrado los intereses de traficar e invadir las tierras.
Estas actitudes negativas se dieron en respuesta a las acciones de protección del patrimonio arqueológico del valle de Supe que realiza el Proyecto Caral, y que ha frustrado los intereses de traficar e invadir las tierras.
El daño contra el patrimonio arqueológico de Caral se registra desde hace varios años. En 2006 el señor Porfirio Alejandro Blas, de la Asociación la Era del Pando, se hizo adjudicar judicialmente, como presidente de la asociación, un terreno de propiedad del Ministerio de Agricultura, en el valle de Supe.
No le importó que ese terreno incluyera al asentamiento arqueológico Era de Pando, de la época de la civilización Caral, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2000 y delimitado en 2005.
En 2010, cuando los arqueólogos del Proyecto Caral trabajaban en la puesta en valor del sitio monumental Era de Pando, dicha persona intensificó sus agresiones. Por ello, y por los delitos de destrucción (como horadar un edificio monumental, forrar el foso con plástico y llenarlo de agua a modo de reservorio), fue denunciado.
La Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Barranca ordenó en mayo de 2010 el retiro, impedimento de ingreso y suspensión de toda acción que altere, deprede y destruya este sitio monumental.
No obstante esta disposición judicial, el 4 de diciembre de 2010, el implicado vendió el terreno donde se encuentra el sitio monumental a la empresa avícola San Fernando, por un millón 905,183 dólares.
El 8 de marzo pasado, la Superintendencia Nacional de Registros Públicos observó la inscripción de la compra venta de este terreno porque no se informó previamente a los ministerios de Agricultura ni de Cultura, que velan, protegen y defienden los derechos sobre las tierras del Estado y sobre el patrimonio cultural.
Asimismo, un grupo de parceleros del valle de Supe, cada uno de los cuales posee entre cuatro y seis hectáreas o más, distribuidas por la reforma agraria, decidió invadir el terreno donde está ubicado el parador turístico, al ingreso de la ciudad sagrada de Caral, sin respeto por la propiedad estatal.
En el lugar instalaron chozas y se negaron a abandonarlo hasta que el 22 de marzo pasado el Poder Judicial dispuso y actuó, de acuerdo con sus responsabilidades, desalojándolos del lugar.
En noviembre de 2010, dentro del asentamiento arqueológico de Allpacoto, también contemporáneo de la ciudad sagrada, un grupo de individuos dirigió una lotización de terrenos.
El Proyecto Caral alertó a la opinión pública y a los funcionarios de los distintos niveles del gobierno local, provincial y nacional, a no dejarse sorprender por estos individuos, quienes tienen interés en presentar una situación de conflicto donde no existe para lograr sus fines personales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario