Lay: Aprobación de la Ley de Libertad Religiosa es un acto de justicia

La aprobación de la Ley de Libertad Religiosa es un acto de justicia y la demostración del que el país está avanzando en madurez democrática, afirmó el pastor evangélico y líder del partido Restauración Nacional, Humberto Lay.

“Esto es algo que todas las confesiones religiosas no católicas estábamos esperando por mucho tiempo; nos alegra que por fin se haya aprobado porque hace justicia y en buena cuenta desarrolla o reglamenta lo que ya está en nuestra Constitución: no debe existir discriminación por ninguna causa”, manifestó.

Lay, quien postuló sin éxito a la Presidencia de la República y a la alcaldía de Lima, dijo que la norma instaura la igualdad, pues hasta el momento el Estado mantenía ciertas preferencias y discriminaba confesiones religiosas no católicas.

“Ahora con está ley ya hay igualdad”, subrayó.

No obstante, el pastor evangélico recomendó al Estado buscar mecanismos para que algunas confesiones religiosas, que según dijo solo buscan provecho económico, no se aprovechen de está norma.

En ese sentido, consideró que en el reglamento de la ley debe especificarse a qué organizaciones se puede reconocer como una confesión religiosa.

“Lo bueno es que las confesiones religiosas no católicas serias debemos inscribirnos en un registro y ahí hay reglamentaciones, documentaciones y ciertas normas que van filtrando grupos que no tienen una base”, detalló.

Asimismo, indicó que el Estado debe evaluar la posibilidad de que las confesiones religiosas serias tengan exoneraciones tributarias a fin de continuar haciendo sus labores sociales.

“Entre las que necesitan de exoneración son la iglesia adventista que hace mucha obra social; la evangélica también, pero de una manera silenciosa atendiendo a las personas más necesitadas”, sostuvo.

El pleno del Congreso aprobó hoy el dictamen de Ley de Libertad Religiosa, que dispone el reconocimiento por parte del Estado de todas las confesiones religiosas, en igualdad de condiciones y con goce de los mismos derechos, obligaciones y beneficios.

La norma garantiza el derecho fundamental de toda persona a la libertad de religión, reconocido y amparado por la Constitución y los tratados internacionales ratificados por el Estado peruano.