El gobierno del presidente Rafael Correa determinó establecer el estado de excepción tras las protestas y disturbios que protagonizan miembros de la Policía ecuatoriana en respuesta a la decisión del gobierno de anular ciertos beneficios para el cuerpo policial y ordenó a las estaciones de radio y televisión que unan a la “cadena nacional indefinida e ininterrumpida” que transmiten los diversos medios estatales, y en la cual se aprecian declaraciones de políticos a nivel internacional, respaldando la democracia mas no se difunden imágenes de lo que ocurre en las calles.
Al respecto, Rafael Correa calificó a los disturbios como un intento de golpe de Estado y responsabilizó al ex mandatario Lucio Gutiérrez de estar detrás de las protestas.
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