Los secretarios de Estado, Hillary Clinton, y de Defensa, Robert Gates, expresaron hoy su preocupación por los actos de histeria contra los musulmanes en el territorio estadounidense.
Según denunciaron los más altos funcionarios diplomáticos y militares del país, el anuncio que hizo el pastor Terry Jones, de una iglesia bautista en la ciudad de Gainesville, Florida, de quemar ejemplares del Corán, podría poner en jaque la política exterior norteamericana.
Jones, quien aseguró esta mañana que seguirá adelante con su decisión, pretende perpetrar su acción el próximo 11 de septiembre, cuando se cumplen nueve años de los atentados terroristas en Nueva York y Washington.
Clinton dijo que resulta peligroso que este hombre, pastor de una congregación de no más de 50 feligreses, lleve a cabo "este plan atroz, preocupante, vergonzoso".
Por su parte Gates comentó, por medio de su vocero en el Pentágono, de las severas consecuencias que podría provocar incinerar ese libro sagrado de los musulmanes, Corán, al secundar al general David Petraeus, comandante de las tropas en Afganistán.
Petraeus declaró ayer que de consumarse la intención de Jones "podría poner en jaque la seguridad de nuestros soldados y civiles" y haría más difícil la misión militar en la nación centroasiática.
Según el pastor, autor del libro Islam es el Diablo, Estados Unidos necesita ponerse de pie y enfrentar el terrorismo, afirmación que hizo cerca de donde había un mural pintado en el que se leía Día internacional de quema un Corán.
Jones aseguró que cuenta ya con unos 200 libros y que ha recibido múltiples llamadas, algunas amenazas de muerte y otras expresiones de apoyo, pero contra cualquier posible agresión porta una pistola para defenderse.
La jefa de la diplomacia norteamericana consideró igualmente que la pretendida ofensa del pastor floridano no representa al país, pero las expresiones antiislámicas que se han intensificado en varias partes de la Unión la desmienten.
Esas manifestaciones están nutridas por políticos y comentaristas de derecha, lo que recibió un importante impulso luego del 11-9.
Sin embargo, la propuesta de construir un centro musulmán y una mezquita cerca de la zona cero, en Nueva York, levantó la animosidad contra los musulmanes.
La manipulación del tema ha propiciado que una mayoría de los ciudadanos se opongan al proyecto sobre todo por su ubicación, reveló este jueves una nueva encuesta del Washington Post/ABC News.
El sondeo registra que un 49 por ciento de los estadounidenses tiene una opinión desfavorable del Islam, lo cual es el nivel más negativo en estas pesquisas de opinión desde octubre de 2001.
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