La Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC) expresa su protesta pública por el archivamiento provisional de la investigación sobre la muerte del periodista español Ricardo Ortega, en Haití, cuando cubría el derrocamiento del presidente jean Bertrand Aristide.
A pesar de existir evidencias sobre los móviles del crimen -más cuando por experiencia sabemos que se intenta por diversas vías silenciar a testigos incómodos-, el juez de la Audiencia Nacional española ha determinado suspender las pesquisas sobre la muerte del periodista de Antena 3, victimado en el 2004, por falta de autor conocido del crimen.
En razón a ello la FEPALC demanda que este crimen no quede en impunidad. El propio titular de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, señala que los disparos que terminaron con la vida del periodista, cuando cubría una manifestación junto al Palacio Nacional de Puerto Príncipe, "pudieron haber sido efectuados" por algún miembro de los Grupos Pro Lavalas-Chimeres, rebeldes partidarios de Aristide. El auto de la Audiencia Nacional destaca que de todas las hipótesis que se barajaban sobre la autoría de la muerte de Ortega, la "más inverosímil" es la de que los disparos los hubieran efectuado soldados del ejército estadounidense.
Para la FEPALC el archivamiento provisional de este caso es una mala noticia. Y lo es porque suma un caso más al grueso expediente de impunidad en los crímenes contra periodistas en todos los continentes. Los periodistas latinoamericanos sabemos, y muy bien, lo dañino que es la ausencia de justicia. Para el gremio, para los países, para la democracia, como sistema. En razón a ello hacemos un llamado a las autoridades de la justicia española a fin de reabrir este caso. Estamos convencidos que aún hay margen para seguir investigando. No podemos resignarnos a que se silencie la vida de un colega y los criminales sigan actuando sin recibir castigo.
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