CNM: Magistrados condenados por delito culposo no podrán ser nombrados supremos

Ningún juez o fiscal que haya sido condenado por delito doloso antes de ejercer funciones y que esté participando en el proceso de selección para aspirar a una plaza suprema podrá ser nombrado, dijo el titular de la Comisión de Procesos Disciplinarios del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Carlos Mansilla Gardella.

Asimismo, sostuvo que el CNM tiene la potestad constitucional de aplicar la sanción de destitución a los jueces y fiscales supremos en casos de inconducta en el ejercicio del cargo, como también a otros jueces y fiscales que no sean a nivel supremo cuando se lo solicita el Poder Judicial o el Ministerio Público, según sea el caso.

 

Durante entrevista con el programa Los Fiscales, Mansilla explicó además que cualquier ciudadano puede reportar al CNM la situación de alguna inconducta relacionada a jueces o fiscales supremos.

 

En tal sentido dijo que están consideradas como faltas graves desempeñar simultáneamente a la función jurisdiccional, empleos o cargos públicos remunerados, salvo lo previsto en la Constitución como es la docencia universitaria.

También es considerado como motivo de sanción el actuar en un proceso sabiendo que está impedido de hacerlo, el ejercer el patrocinio o la asesoría pública o privada, entre otros.

Cambios

Por su parte, el presidente del CNM, Edmundo Peláez Bardales, destacó que este organismo instituyó procedimientos de evaluación, ratificación y selección de magistrados en todos los niveles.

 

Destacó por ejemplo, que se garantiza el nombramiento de aquel profesional que ha obtenido las mejores calificaciones a lo largo del concurso compuesto por tres etapas: examen escrito, evaluación curricular y entrevista personal y pública junto a un examen psicológico y psiquiátrico.

 

Otro cambio importante es lo referido en materia de evaluación y ratificación que considera la dación de la ley de la Carrera Judicial y que trajo como factores de evaluación,  la organización del trabajo, la calidad de la gestión y la celeridad en el cumplimiento de metas y funciones.